Bienvenido a una odisea canadiense
Como toda gran aventura, ésta comienza con un grupo de héroes que se enfrentan a un reto trascendental. El SCOR Collective se ha embarcado en un viaje desde sus respectivos países de origen en Europa hasta el epicentro del mountain bike. Forjando su propio camino a través del corredor Sea to Sky de la Columbia Británica, este equipo de riders con estilos y habilidades dispares te presenta un viaje que salió mal y muy bien a la vez.
Ninguna aventura está completa sin la ayuda de los lugareños y los intrépidos viajeros que aparecen por el camino. En este caso, el equipo se une a los entusiastas de Squamish y a los expertos de Chilcotin. Esta odisea, que incluye desde salidas espeluznantes hasta osos pardos, te hará sonreír y sudar las palmas de las manos.
Episodio 1 – Montar
Recién llegados de un angustioso viaje transatlántico de 25 horas, el equipo consigue coordinar su recogida en el Aeropuerto Internacional de Vancouver en una furgoneta con volante a la derecha, cariñosamente apodada “The Travel Mate”. Directamente a la montaña, se enfrentan a la mayor montaña que ofrece North Shore, que aparentemente es más parecida al salto base que al mountain bike. La excursión por la vida salvaje comienza con un mapache costroso que le hace ojitos a Ludo, mientras el neumático trasero de Thomas muestra sus verdaderos colores y Kasi se eleva por encima de una brecha de la carretera en la luz mortecina.
North Shore presenta un nuevo reto para cada uno de estos riders. El estilo técnico de Ludo se siente como en casa en las pendientes y los desniveles mientras se pone a prueba en el coliseo del equilibrio y el control del MTB. Kasi no se asusta por nada, aunque afirma sentirse incómodo con todo. Y Thomas brilla cuando el sendero se ondula y serpentea entre los momentos de saltos. Esta mezcla de estilos los mantiene a todos, incluido el equipo de cámaras, en vilo.
Ver los vídeos
Episodio 2 – No para gallinas
A medida que nuestro equipo serpentea hacia el norte a lo largo de la infame carretera Sea to Sky, rodeados de paisajes repletos de rocas, empiezan a sentirse cada vez más cómodos con su viaje. Ludo opina sobre la paz que siente al conducir por el carril lento, conocemos a un nuevo miembro de la tripulación (el nacido en Squamish y devorador de helados, Alex Hinkson), y la tripulación descubre su nuevo sendero favorito en el mundo.
Tras disfrutar de una puesta de sol junto al río, el Colectivo intenta domar el santo grial de los bloques, desde "In n Out Burger" hasta "Gouranga". Aunque todo parece ir bien sobre las bicis, la realidad de una implacable ola de calor comienza a imponerse, y se busca refugio bajo un puente de la vía del tren donde el agua del deshielo fluye constantemente. Kasi recuerda a la tripulación que debe estar entre 18 y 22 grados en todo momento. El primer mosquito del viaje es abatido, y el repelente de insectos se convierte en un artículo imprescindible.
Episodio 3 – Caos en el parque
Crankworx llamó, y el Colectivo SCOR respondió. Aunque las colas de los remontes sean largas, hay sensaciones que se experimentan en estos senderos que no se pueden comparar con ningún otro lugar del mundo. El Dirt Merchant regatea por el alma de Thomas, a Kasi le convencen para que pruebe el D1 e inmediatamente lo corona como su nuevo sendero favorito, y Ludo va directamente a Garbanzo para evitar a cualquiera con bicicletas de alquiler.
Mientras tanto, Nick Wieghall es invitado a entrar en la furgoneta seducido con unos caramelos gratis; dada su personalidad gregaria y, como dice Ludo, su "bigote de testosterona", sospecha que algo qué podría salir mal. Hinkson se “conecta” a Crabapple con Kasi y Thomas mientras Ludo y Nick se quedan sentados, y luego el equipo da una buena vuelta de fiesta a la antigua usanza antes de disfrutar de la mejor vida nocturna de Whistler.
Episodio 4 – La gran evasion
Al optar por no pedalear, Thomas se queda en Whistler para pagar su deuda con el Dirt Merchant, y su lugar como compañero de viaje es ocupado por Nick. Mientras la tripulación se dirige a la Hurley FSR, la furgoneta sufre un achaque de vejez que les obliga a pedalear por una empinada carretera de grava para dar un respiro a la vieja. Tengan por seguro que el Colectivo no se detendrá ante nada para llegar a su destino final. La capital del oso pardo de Canadá.
El encuentro de Ludo con el peludo ser completará el viaje y el festival de sufrimiento alpino que le seguirá será la guinda del pastel (o algo así). Habiendo cambiado las olas de calor por acusadas bajas presiones en las montañas, el GoreTex se convierte en el nuevo pantalón corto, y todos se preguntan por qué han dejado atrás sus acolchadas chaquetas. Ludo improvisa con una bolsa de plástico como aislante, Nick exige más “high 5s”, y Kasi empieza a preguntarse por qué no se habría quedado en Whistler con Thomas. En definitiva, los Chilcotins se comportan a lo grande y dejan a la tripulación maravillada con lo que Canadá puede ofrecer.